origen y historia de escape rooms

Origen e historia de los escape rooms

Son muchas las preguntas que las personas aficionadas a los juegos de escapismo se preguntan acerca de los mismos. ¿Cuál fue el primer escape room? Qué precedentes existen? ¿Siguen todos el mismo patrón? Vamos a desgajar, de la forma más amena posible, cada una de estas dudas.

¿Qué es un escape room? 

Un escape room es un juego grupal en el que, mediante la superación de pruebas, retos o enigmas, deberemos escapar de un recinto cerrado dentro de un límite de tiempo. El objetivo es muy claro, y el modo de conseguirlo vendrá delimitado por las normas específicas para cada escape room que juguemos. Vamos a dividirlo en tres fases: 

  • Entra en el escenario. El tiempo empieza a correr 
  • Resuelve las pruebas
  • ¡Escapa! 

El límite de tiempo suele dividirse en franjas de sesenta o de noventa minutos, dependiendo del tamaño y complejidad del escape room. Los juegos de sesenta minutos son los más numerosos.

Características de un escape room 

Los escape rooms son juegos de trabajo en equipo. No obstante, existen juegos donde dos equipos competirán para averiguar cuál de ellos escapa antes del lugar. Esta modalidad de juego es más habitual en países asiáticos; sin embargo, están ganando terreno por nuestras tierras, así que ¡no dudéis en usar nuestro buscador para hallar un juego de competición! 

Además de ser grupales, los juegos de escapismo rara vez requieren la superación de pruebas físicas. Scott Nicholson define hasta 31 tipos de pruebas, desde la simple recogida de objetos a la vista hasta pruebas de olor, apertura de candados o resoluciones de enigmas.

Un poquito de historia 

El origen de los escape rooms tal y como los conocemos es algo complejo, pues comprende una amalgama de elementos algo diferentes entre sí. Veamos en orden cronológico aquellos aspectos que, unidos, han dado vida al fenómeno escape room: 

  • Gincanas televisivas: durante las décadas de los ochenta y los noventa fueron populares juegos televisados como The Crystal Maze (1990) en Reino Unido, o El Rescate del Talismán (1991) en España. Estos programas combinaban pruebas de ingenio y físicas con un trasfondo de fantasía. 
  • Aventuras gráficas: las llamadas aventuras point-and-click de los noventa son videojuegos que guardan reminiscencias con los escape rooms contemporáneos: observar el entorno, recoger objetos, encajarlos en otros sitios, devanarse los sesos… todo para quedarte atascado en un punto del juego y dejarlo tirado en una estantería de tu casa. ¿Os suena el videojuego Myst?
  • Juegos de rol: cuando retrato los noventa como mi época favorita es por algo… Por aquél entonces, los juegos de rol estaban en boga. En ellos interpretabas a un personaje y jugabas una historia que un tercero -por lo general llamado Game Master- creaba y desarrollaba. Esta clase de juegos de interpretación con hojas, lápices y libros de reglas dieron pie a un sinfín de universos tan variopintos como emocionantes que hallarían su espacio en forma de best-sellers, novelas leídas en todo el mundo, y en marcas tan internacionales como Dungeons & Dragons (dragones y mazmorras).
  • Escape rooms online: ¿Sigue existiendo minijuegos.com? Ojalá… Perdí muchas horas de mi vida jugando a juegos amateur en esa página, pero mereció la pena. En páginas como esa proliferaron decenas de juegos diseñados en Flash en los que debías escapar de una habitación cerrada plagada de puzzles. Aunque el boom se dio en la primera década del siglo XXI (juegos en Flash? C’mon…), todavía siguen estando en boga. 

Es difícil poner fecha al primer escape room que salió a la luz. En Japón surgió la compañía de publicidad SCRAP, de quien se dice que surgió el primer escape room en el año 2007 bajo el nombre de The Real Escape Game. A pesar de este dato, pocos escape rooms tendrán como razón de ser inicial la compañía SCRAP; y es que la mayoría de escape rooms nacieron a partir de que sus dueños jugaran a otros juegos de escapismo de la zona. 

Si echamos un vistazo en profundidad hallaremos Hungría como país precursor de los escape rooms europeos tras su popularización en Asia, siendo Parapark su máximo exponente en Budapest. 

Aunque el fenómeno es mundial y parece existir un primer juego en Japón, la mayoría de jugadores de escape rooms se encuentran en Europa y en Norte América. La razón parece simple; es en esas dos regiones donde se concentran la mayor parte de juegos de escapismo, y donde más incidencia tuvieron todos los elementos precursores mencionados más arriba. 

En definitiva, los orígenes de los escape rooms no son tan obvios como podría parecer. Su pasado es algo nebuloso, pero su presente y futuro se presentan brillantes.

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